Se sabe que el deporte, especialmente la natación, tiene un efecto positivo en la salud física. En los últimos años, los estudios han revelado, que nadar de forma regular beneficia nuestra salud mental y disminuye el estrés.
Según estudios científicos, las personas que hacen ejercicio en el agua al menos tres veces por semana son menos susceptibles al estrés y la depresión.
El esfuerzo físico tiene un efecto calmante y reductor del estrés en nuestra psique, lo cual contribuye a mejorar nuestro estado de ánimo.
Otro efecto positivo es que nos distraemos cuando estamos adentro del agua, porque despejamos la mente. Este efecto es particularmente notable al nadar porque estamos aislados del mundo y se perciben menos los sonidos del exterior.
La natación ha sido catalogada como una especie de meditación de movimiento en la que puedes concentrarte completamente en tu técnica de natación, el movimiento de tu cuerpo y tu propia respiración.
Un estudio elaborado por la Universidad de Indiana descubrió que las personas que nadan con regularidad son biológicamente en promedio 20 años más jóvenes que las personas de la misma edad que no practican la natación.
Los investigadores sugieren que esto se debe a los muchos beneficios que tiene para la salud la natación: presión arterial saludable, colesterol bajo, fortalecimiento del corazón y del sistema nervioso central, así como mejora de nuestras capacidades cognitivas.
No importa la edad que tengas, si recién está comenzando a nadar o si ha estado practicando este deporte durante mucho tiempo, trasforma tu vida y prioriza tu salud mental.