Conocer la historia de la natación es muy importante si practicas este deporte como nadador amateur, principiante, aficionado, intermedio o profesional, porque se ha convertido en uno las ejercicios más practicado de los últimos tiempos.
La historia de la natación comienza en la Prehistoria. Lo prueban unas pinturas descubiertas de la Edad de Piedra, que representan personas nadando. Del mismo modo, la primera referencia escrita data del año 2000 a.C.
Ya en el antiguo Egipto, saber nadar era indispensable, porque Egipto es un país con costa marítima y está dividido en dos por el gran Río Nilo. Por lo tanto, no saber nadar representaba un riesgo para la vida.
En Grecia y Roma, las personas comenzaron a practicar la natación, como parte del entrenamiento militar, incluso quienes sabían nadar se distinguían entre la sociedad como personas cultas, quienes no sabían nadar eran consideradas como “analfabetas”.
El filósofo griego Platón en el año 355 a. C., dice en uno de sus escritos: “¿un cargo oficial debe recaer en una persona que sea culta, no como otros que no saben nadar ni leer?”.
Fue hasta el siglo XIX, cuando la natación nace como deporte en Gran Bretaña. La Sociedad Nacional de Natación de Londres (National Swimming Society of London), se fundó en el año 1837. Se organizaban multitud de competiciones de natación.
En el último tercio del siglo XIX, la natación de competición en varios países europeos ya contaba con su propia federación.
En 1908 se crea en Londres la Federación Internacional de Natación (FINA) con una representación de 8 federaciones nacionales: Alemania, Bélgica, Finlandia, Hungría, Francia, Dinamarca, Reino Unido y Suecia.
Su función es la de regular las normas de la natación a nivel competitivo, así como la de organizar periódicamente eventos y competiciones de natación.
A pesar de que en la antigua Grecia la natación ya se practicaba, este deporte nunca formó parte de los Juegos Olímpicos antiguos. Formó parte hasta los Juegos modernos de Atenas de 1896 y desde entonces siempre ha estado incluida en el programa olímpico.
A lo largo de la historia, saber nadar ha sido una catalogada como una virtud de supervivencia, además es una actividad que mejora la calidad la calidad de vida, y que se ha convertido en una de las disciplinas más practicadas por las generaciones contemporáneas.