La natación ha sido considerada durante mucho tiempo como uno de los deportes más seguros en los que participar, sin embargo, también es una actividad en la que se pueden provocar lesiones, no solo a nivel competitivo y profesional, sino también entre los nadadores que lo hacen por hobby.
A continuación, se incluye una lista de las partes del cuerpo que se lesionan con mayor frecuencia a causa de la natación y algunas sugerencias sobre cómo prevenirlas y recuperarse de ellas.
El hombro es una articulación particularmente vulnerable para los nadadores, ya que la natación requiere movimientos excesivos del hombro, lo que puede aumentar la cantidad de tensión que se ejerce sobre la articulación.
Las lesiones de hombro pueden ocurrir como resultado de un uso excesivo o una técnica inadecuada, por lo que es importante que los nadadores se aseguren de evitar cualquier movimiento que pueda causarles molestias.
Para ayudar a evitar y reducir la tensión ejercida sobre la articulación del hombro, es importante ejercitar el hombro con regularidad fuera de la piscina. Este fortalecimiento y estiramiento constante de los músculos circundantes puede ayudar a desarrollar flexibilidad y resistencia.
Las lesiones pueden ocurrir por una variedad de razones, como sobre entrenamiento, mala técnica y calentamientos insuficientes. Otro dolor de rodilla incluye dolor en la parte delantera de la rodilla, que es o causada por doblar excesivamente la rodilla durante movimientos como la patada hacia abajo o la patada con aleteo.
CADERA
La cadera también corre el riesgo de lesionarse durante la natación. Los movimientos como la patada de pecho ancha son un riesgo de lesión del aductor de la cadera y factores como la fuerza y el tiempo inadecuados pueden hacer que la pelvis y las caderas de un individuo se encuentren en una posición incómoda, lo que aumenta la presión articular y produce una incomodidad severa.
Para evitar más dolor de cadera, es importante evitar causar más tensión en el área manteniéndose alejado del entrenamiento de braza hasta que la lesión tenga la oportunidad de sanar y el dolor haya desaparecido.
Alternar los estilos de natación puede ayudar a las personas a evitar lastimar alguna parte de su cuerpo, además de hacer los ejercicios de estiramiento correctos incluso antes de entrar a la piscina. Esta puede ser una excelente manera de fortalecer y preparar los músculos para evitar lesiones.